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En toda esta cuestión de fondo, lo que habria que dejar muy claro es que Israel por su propia supervivencia como nación, nunca podrá aceptar el admitir en su territorio a unos cuatro millones de palestinos que viven en los países limítrofes con Israel. La población judía quedaria en minoria y ello conllevaria a convertirse en vasallos de los palestinos. Otra cosa seria que en el caso de crearse este proyectado Estado palestino, los palestinos que actualmente viven en Israel se trasladaran al nuevo "Estado", propuesta que ya se ha puesto encima de la mesa de las negociaciones.
Tendremos que estar muy atentos a la nueva política de Barack Obama con respecto al Próximo Oriente, porque el nuevo presidente de los EEUU parece que está más del lado palestino y árabe en general que de Israel. Recordando tan solo las afables palabras que desde Turquía lanzó Obama hacia el gobierno radical islamista de Irán, y los estrechos vínculos con el Islam que mantuvo el presidente USA, hacen temer lo peor para Israel.
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