El boicot a la Conferencia Mundial contra el Racismo que se está celebrando en Suiza, no lo hicieron ni los EEUU, ni Italia, ni Alemania, ni Polonia, ni Holanda, ni Canadá ni..., el boicot lo hizo desde la misma tribuna de oradores de dicha fracasada conferencia el totalitario y racista presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad. Este hombre sí que ha boicoteado desde sus mismas raices, el espíritu que en principio tenia que alimentar el contenido de la Conferencia Mundial susodicha.Abris las puertas a estos islamistas radicales que odian a muerte al pueblo judío, que niegan el Holocausto y que alientan las esperanzas de destruir el Estado Judio, fue como abrir las puertas a futuros genocidas que matarian sin compasión en nombre de su Islam. Unos islamistas que si pudiesen, tambien destruirian nuestra cultura occidental, destruirian cualquier símbolo del cristianismo y del judaismo, quemarian textos de la Thorà y los del llamado Nuevo Testamento para imponer por la fuerza bruta y la muerte su Islam.
Ban Ki-Moon se lo ha buscado. Su conferencia está resultando un auténtico fiasco, un rotundo y estruendoso fracaso, y las conclusiones que puedan surgir de esta reunión internacional será auténtico papel mojado, como ya lo fueron las derivadas de la Conferencia de Durban en 2001.
Ante todo lo que ha sucedido antes y durante esta desgraciada, por fracasada, conferencia solo me viene en la mente que aquella fantástica e idílica Alianza de Civilizaciones solo puede convencer a los ingenuos y faltos de realismo. La Alianza de Civilizaciones fracasará como han fracasado estrepitosamente las Conferencias de Durban y de Suiza. ¿Quién da más?.
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