Ebsjarón, sus padres y sus tres hermanos, acompañados por sus parientes, están desde el pasado 27 de enero repartidos entre varias casas de musulmanes, situadas a 5 kilómetros del pueblo, después de que los jeques del municipio decidieran echarlos para calmar la tensión religiosa desatada allí. Según la versión de este cristiano, miles de musulmanes enfadados atacaron sus propiedades después de que se divulgaran informaciones sobre un vídeo en el que aparece un copto del pueblo, llamado Morad y que trabaja de sastre, con una vecina musulmana casada. Aunque Ebsjarón asegura que su familia no tiene nada que ver con Morad, el hecho de que vive y tiene sus negocios en la misma calle donde reside el joven protagonista del presunto vídeo, los convirtió en blanco de ataques de musulmanes furiosos. Tras esos incidentes, un comité integrado por varios cabeza de familia de Al Nahda, jeques musulmanes radicales y algunos hombres religiosos -todos ellos musulmanes menos un cura cristiano- ordenó el desplazamiento forzoso de las ocho familias para evitar que ocurrieran más conflictos confesionales. Además, decidió la venta de todas las propiedades de los cristianos, que se calculan en catorce millones de libras (unos dos millones de dólares), señaló Ebsjarón. El comité les permite volver al pueblo sólo en el caso de que no se vendan sus casas y sus tiendas en el plazo de tres meses, aunque Ebsjaron destacó que es muy probable que haya un comprador porque las propiedades se encuentran en una zona céntrica. "Abandonamos nuestras casas muy asustados, en medio de las llamas del fuego y los eslóganes que coreaban los atacantes, que decían 'Alá es grande' y 'Que se vayan, que se vayan'", recordó Ebsjarón, que considera que el pueblo es un bastión de los salafistas.
Este copto, cuya familia es una de las más importantes del municipio por sus negocios, se queja de que hasta el momento no se ha detenido a ningún autor de los ataques y que las autoridades del país no han intervenido para proteger a los cristianos del pueblo.La misma postura la comparte Ishaq Ibrahim, experto en libertades religiosas de la ONG Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales. "Es inaceptable castigar de una manera conjunta a familias enteras. Además, quien castigue debe ser la Fiscalía y no un comité de representantes de las familias", denunció Ibrahim. Es muy habitual en el Alto Egipto y en el Sinaí que los jefes de los clanes y los cabezas de familias importantes formen comités, llamados "orfi", que funcionan como los tribunales para resolver problemas, tal y como pasó en Ameriya, aunque no es común en Alejandría. "La reconciliación mediante los comités 'orfi' nunca ha funcionado y por eso hay que aplicar las leyes y la Justicia", señaló Ibrahim, cuya ONG quiere denunciar ante los tribunales los ataques contra los cristianos y su desplazamiento forzado. Sin embargo, para el diputado salafista Mamduh Ismail, "el problema de Ameriya es muy simple y se va a resolver entre las familias de allí"."Hay otros problemas que son mucho más importantes que este. No lo queremos exagerar y hacerlo internacional", declaró a Efe Ismail, que aseguró que algunos diputados llevaron el asunto al Parlamento, "aunque no merecía toda esta atención". (Agencia EFE)