¿A qué va el Pope romano a Israel, si recientemente un portavoz del Vaticano quitó hierro e incluso demostró comprensión por las enardecidas e insultantes palabras del iraní Mahmud Ahmadinejad dichas en la Conferencia Internacional contra en Racismo en Ginebra?. Ahmadinejad acusó a Israel de genocida y de racista, al igual que acusó a Occidente de racista. Si Benedicto XVI se toma este viaje como turístico, pues nada que decir, pero si este Pope romano intenta soliviantar a la sociedad de Israel y por otro lado dar agallas a los islamistas palestinos, mejor que nlo hubiese empezado su viaje y se hubiese quedado en su jaula de oro y rubíes de Roma.
Seria mucho mejor que un hombre como Benedicto XVI que si bien aún tiene poder pero no tiene ninguna autoridad, se dedique a resolver sus propios conflictos que tiene pendientes desde hace siglos con las ilgesias cristianas no sometidas a él, quiero decir a los dictados vaticanistas.
Allá él con sus luchas intenstinas entre las distintas facciones y sectas cristianas que incluso se vapulearon a lo bestia entre ellos no hace muchos meses ante la pretendida tumba del judío Ieshuah.
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